miércoles, 23 de marzo de 2011

Umberto Saba

FEDRA

Sopla un cierzo homicida. Mañana
caerá la nieve y blanqueará las sendas
amigas que subían a tu casa,
en la colina, lejana. Entre los verdes
pinos el valle inmenso repite
en hojas incontables el color
que te gustaba siempre en tus cabellos.
                                                              Fedra
eras; y eres.
                    Más preciosa ahora
que se enciende en la estufa el primer fuego
en raras casas; la estación es un poco
nuestra, nuestro el paisaje; el pensamiento
irradia una última verdad; se hace la ilusión
de que lo peor –quizás- ha pasado.


FANTASÍA

Como en el mar la espuma flotas
en la vida, resistes cada ola,
cada ola te engendra, deliciosa
fantasía de un alba rosa y oro.
Tus oscuros orígenes no ignoro,
no los velo; en mi pecho te abrazo
como una madre joven a su hijo,
vestido de dulzura, jubiloso,

yo que me he asomado al foso
del corazón, mi triste corazón humano.


PRIMAVERA

Primavera que no me gustas, quiero
decir de ti que al volver una esquina,
en la calle, presentirte me hería
como llama. La sombra leve aún
de las ramas desnudas en la tierra
aún desnuda me conmueve, casi
como si yo pudiera aún
tuviera
que renacer. La tumba
parece poco firme para ti, antigua
primavera, que más que otra estación
con crueldad resucitas y matas.


TRES POEMAS A LINUCCIA

I

Era un pequeño mundo y se cogía
de la mano.

Era un mundo difícil, hoy lejano
de nosotros, que lame apenas, como una ola,
la angustia. Entre la vigilia
y el sueño que no acaba de venir, si de golpe,
con su exacto dibujo y su contorno
exacto, un cuadro se destaca e ilumina
tu memoria, dulce en sí, te busca,
como daga enemiga, el corazón.

Era un pequeño mundo y su furor
te cogía de la mano.

II

Al fondo del Adriático salvaje
se abría un puerto a tu niñez. Los barcos
partían a lejanas tierras. Blanco,
en la verde colina desafiante,
de una antigua fortaleza, un humo
brotaba tras un trueno y un relámpago.
El vasto azul lo recibía, y a la bóveda
celeste lo lanzaba. A su saludo
guerrera nave respondía, anclada
junto a tu casa que tenía
una rosa en el muro, rosa
de los vientos.

Era un pequeño puerto, era una puerta
abierta al sueño.

III

De aquel sueño y de aquella furia, todo
lo que has ganado y has perdido,
tu mal y tu bien, te ha venido.


HOJA

Soy como aquella hoja –mira-
en la rama desnuda, que un prodigio
mantiene aún sujeta.

Niégame pues. No vaya a entristecerse
la bella edad que con ansia te azora
y por mí se retrasa con impulsos de niño.

Dime tú adiós, si yo no puedo hacerlo.
Morir es nada; perderte es lo difícil.

        
                       Umberto Saba
                       Traducción de Abraham Gragera  

martes, 22 de marzo de 2011

Yannis Ritsos

EL SIGNIFICADO DE LA SENCILLEZ

Tras las cosas sencillas me oculto para que me encontréis;
si no me encontráis, encontraréis las cosas,
tocaréis lo que tocó mi mano,
las huellas de nuestras manos se unirán.

La luna de agosto brilla en la cocina
como una olla de estaño (ocurre así también por lo que digo)
alumbra la casa desierta y su silencio arrodillado…
el silencio está siempre de rodillas.

Cada palabra es un camino
hacia un encuentro a menudo frustrado,
y es palabra verdadera, mientras insiste en el encuentro.


SEÑALES

Si sabe que lo observan desde una ventana,
cómo puede moverse de un modo tan bello, tan sencillo…
Quiero aprender en qué consiste tal simplicidad.
Bajo la persiana, me miro en el espejo.
Un orificio en la frente me lo impide.

*
No preguntes hasta cuándo durará… no durará; otros toman las decisiones.
Pon la mesa al revés; apaga la luz. El espejo
está lleno de orificios de bala. No mires a través.
Miraré –dijo el otro- por esos orificios.
Veré mi rostro robado otra vez, intacto.
                  
                             Yannis Ritsos
                             Traducción del inglés de Abraham Gragera

lunes, 21 de marzo de 2011

W. S. Merwin

A LA LLUVIA

Desde la edad del aire me alcanzáis
claras
cayendo hacia mí
nuevas
si alguna de vosotras tiene un nombre
es desconocido

esperé por vosotras
tanto tiempo
vosotras que al caer lo cruzaríais
ignorándolo todo

orla de las vestiduras
no esperes
hasta que ame todo lo que he de conocer
pues quizá no suceda

tócame ahora
deja que ame lo que no puedo saber
como el que nace ciego puede amar el color
hasta que lo colma de color
todo lo que ama


PROVISIONES

Toda la mañana los campos repiten
Con secos instrumentos el rumor
De la lluvia
En la memoria
Y en el muro
Los muertos aumentan su miel invisible
Es agosto
Las bandadas comienzan a formarse
Yo llevaré conmigo el vacío de mis manos
Aquello que no tienes se encuentra en todas partes


         W. S. Merwin
         Traducción de Abraham Gragera, Juan de Dios León y Ruth Miguel Franco

sábado, 19 de marzo de 2011

Louise Glück

LAGO EN EL CRÁTER

Entre el bien y el mal hubo una guerra.
Decidimos que el cuerpo fuese el bien.

Eso hizo que el mal fuese la muerte,
que el alma se volviera
completamente en contra de la muerte.

Como un soldado que desea
servir a un gran señor, el alma
desea cerrar filas con el cuerpo.

Se puso en contra de la oscuridad,
en contra de las formas de la muerte
que reconocía.

De dónde viene la voz
que dice: y si la guerra
fuese el mal, que dice

y si fue el cuerpo el que nos hizo esto,
nos hizo tener miedo del amor.


                        Louise Glück
                        Traducción de Abraham Gragera y Ruth Miguel Franco