lunes, 14 de enero de 2013

Linda Pastan


CONSOLACIONES

Escucha:
la lengua lo hace lo mejor que puede.
Yo hablo

los perros gañen
y entre los árboles que vuelven a ser otros
zumban tardas abejas, imprecisas

como las voces
indistinguibles casi
en el cuarto de al lado.

Después
las consolaciones
del silencio.

Las noches transcurriendo, lentas.
He pasado sus páginas pesadas
una por una

humedeciéndome el índice
como mi abuelo hacía
deseando cerrar el libro del dolor.

Las tardes huelen a quemado
las hojas ya se han desprendido
de la rama

pequeños rollos de papiro, y portan
viejos mensajes
año tras año.

Tócame:
he ahí otra lengua. Nuestros pesares
casi son uno;

entre los dos los mecemos
como al niño que nos prestan por un rato
y sostiene una mano de las tuyas

y una mía
apresurándonos de vuelta a casa
mientras las farolas

florecen ya
bajo el oscuro tallo
de la tarde.


                                                      Traducción de Abraham Gragera

domingo, 13 de enero de 2013

Nikola Madzirov


FUE EN PRIMAVERA

Fue en primavera cuando el invasor
quemó lo sucedido en el lugar donde cazábamos
pájaros, insectos de colores, mariposas
que sólo existen ya
en antiguos manuales de biología.

Muchas cosas han cambiado el mundo
desde entonces, el mundo ha cambiado muchas cosas en nosotros.


DE CADA CICATRIZ QUE HAY EN MI CUERPO

Soy un mendigo a quien le falta
el coraje para pedirse limosna.
Trazos y heridas procedentes
de todas las caricias sin cumplir
se entrecruzan en mis palmas,
de las temperaturas no medidas en mi frente
y las excavaciones ilegales del amor.

De cada cicatriz que hay en mi cuerpo
una verdad emerge.

Crezco y decrezco junto al día,
que corre intrépido hacia los abismos
del origen, y todo en derredor de mí se mueve:
la piedra se transforma en una casa;
el monte, en un grano de arena.

Cuando dejo de respirar,
mi corazón inmóvil late aún más fuerte.


VI SUEÑOS

Vi sueños que nadie recuerda
y gente lamentándose en la tumba equivocada.
Vi abrazos en aviones que caían
y calles con arterias derramadas.
Vi volcanes que duermen tanto tiempo
como las raíces del árbol genealógico,
y un niño sin miedo de la lluvia.
Sólo era yo lo que nadie veía.
Sólo era yo lo que nadie veía.


                                        
                                                       Traducción del inglés de Abraham Gragera